sábado, 31 de octubre de 2009
Rifas para poner en marcha un Centro Cultural en Embarcación!
Fotos de artista
Para ver las fotos:
http://www.martinbarrios.com.ar/FOTOS08/index.html
martes, 1 de septiembre de 2009
EL "LEBESRAUM" ARGENTINO DEL SIGLO XXI
Alcira Argumedo
* Socióloga, integrante de Proyecto Sur
viernes, 21 de agosto de 2009
La Lucha continúa, llegamos a Embarcación, Salta.
miércoles, 19 de agosto de 2009
“En verano puede haber otro Tartagal”
veinte mujeres wichís advierten que el desmonte provocará un alud en su pueblo, embarcación
Viajaron juntas a Buenos Aires para pedir que detengan la tala de árboles en la selva chaqueña. Temen que haya un nuevo desprendimiento de barro que arrase con sus comunidades. “Acá están los poderes que definirán nuestras vidas”, dicen.
La Boca. Las 20 mujeres wichís se hospedaron en el centro cultural Arrigo Todesca, en Pinzón y Hernandarias. Desde allí realizaron los reclamos.
“Sólo hay que hacer memoria para entender la tragedia que estamos viviendo. A principios de este año, la Corte Suprema ordenó que se detenga el desmonte en Salta, nadie respetó la orden judicial y ahora creemos que el barro que destrozó Tartagal en febrero también arrasará nuestro pueblo de Embarcación”, cuenta preocupada Kalijanteya Octorina Zamora, líder de las veinte mujeres de las comunidades wichí y guaraní que decidieron viajar a Buenos Aires a principios de agosto para advertirle a todo el país el temor que les quita el sueño desde marzo de 2006, cuando un temporal hizo añicos el puente del río Seco y las dejó aisladas por más de 15 días. Para ellas, durante el próximo verano puede ocurrir un nuevo alud de barro y lluvia en la zona de transición que separa las sierras subandinas del bosque chaqueño, es decir, en Embarcación, el pueblo de 35 mil habitantes que está al pie de uno de los últimos bosques de yungas que cubren las sierras salteñas. Ese pequeño paraje fue bautizado por sus pobladores originarios como “el portal del chaco salteño”, es decir, la entrada de acceso al famoso bosque chaqueño desde la cordillera de los Andes. En la actualidad, queda poco de aquella reserva y el tamaño de la franja de árboles que cubre la montaña es cada vez menor. La merma es fatal para sus habitantes, “porque al disminuir la selva, cada vez hay menos contenciones para el agua que baja de la montaña a partir de noviembre, cuando las lluvias mueren en nuestro pueblo después de bajar por las laderas de la selva de yungas”, explica Octorina. “Pero eso no es todo –acota el guía salteño Jorge Coutada–, porque los depredadores que transforman el bosque en madera fina de exportación construyen huellas y caminos para que las topadoras puedan entrar y llevarse los árboles muertos. El problema es que esos caminos son pendientes letales para que el agua se acumule, luego baje más rápido y adquiera la velocidad que tuvo en Tartagal”.
martes, 18 de agosto de 2009
Rebelión entre el mujerío
Desde hace diez días, un grupo de mujeres de las comunidades wichí y guaraní del monte salteño permanece en Buenos Aires intentando poner el grito en oído de ese dios que atiende en la Capital. Sin permiso de nadie y contradiciendo incluso las complicidades masculinas que en sus pueblos pactan con el agresor, vienen a denunciar el desmonte, la falta de cuidado de una tierra que se rebela cada año en peores inundaciones y un olvido constante que se traduce en hambre y falta de educación.
Por Roxana Sandá
De sí mismas dicen que son “las otras voces”, las que no se han escuchado todavía desde el corazón de los pueblos indígenas, las que sucesivos gobiernos y autoridades de turno desoyeron para invisibilizar sus vidas y sus cuerpos. Por ese motivo, veinte mujeres representantes de los pueblos wichís y guaraníes que habitan la localidad salteña de Embarcación decidieron la urgencia de defender la vida de sus pueblos en peligro, y hace diez días permanecen en Buenos Aires, a la espera de una respuesta institucional que vuelva audible la esperanza. El riesgo de muerte que pesa sobre los territorios devastados por empresas agrarias y madereras oculta razones más profundas que van devorando su cultura, su educación y la lucha diaria por vivir sin planes sociales de miseria.
El viernes último, los reclamos contra la tala, el desmonte y por los derechos a la salud y a viviendas dignas llegaron a algún puerto luego de dos noches de acampe frente a la Casa de Salta, en el centro porteño. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) acercó una solución que les permitirá saltear la instancia provincial y discutir sus problemas con Nación, un escenario donde esperan “recuperar nuestro protagonismo ante el desastre y demostrar que las mujeres indígenas también tenemos capacidades para defendernos y poder expresarnos”, sostiene Kajianteya Octorina Zamora, vocera del grupo y líder de Honat Le’Les, una de las nueve comunidades indígenas con asiento en Embarcación.
El miedo. Los aludes de barro que arrasaron con la población de Tartagal agitan fantasmas en carne propia. Temen que los últimos años de tala intensa en la serranía, las picadas dentro del monte y el paso de la madera a través del río Bermejo se lleven lo poco que les queda, y con eso la vida. “Estamos cansadas de mudarnos con nuestras familias en el verano, por las inundaciones, y ahora se suma el miedo de que por los desmontes y la explotación maderera en los márgenes del Bermejo la ciudad sea tapada por el barro”, lamenta Julia Gómez. Sin embargo, se le atisba el orgullo por sentir “que como mujeres y madres sabemos lo que es el sufrimiento. Porque corremos peligro es que no queremos que ocurran los desastres naturales cuando se pueden prevenir. La única manera es dejar de desmontar y talar. Pero el hombre blanco ha perdido el valor de amar la tierra: sólo busca acumular riqueza y bienes a costa de los sufrimientos de los demás”.
Hace tiempo que el ajo, el pimentón, el tomate y la cebolla dejaron de ser una consecuencia de las huertas familiares para alcanzar categorías macroeconómicas de productos de exportación, acompañados por la soja, la estrella depredadora de los últimos años, y el poroto. En las puertas del Bicentenario, las manos de las mujeres indígenas se impregnan de la tierra que remueven como empleadas domésticas y se tajean con tanzas y punzones de artesanías. “Aquí ya no se trabaja la tierra, se la succiona”, relata Octorina con la sospecha de “que quieren convertir un jardín en un desierto, y afectan la selva de yunga, el único pulmón ecológico que tenemos. Pero hay que terminar con el miedo y decir basta de joder a la gente. Vayan a joder a los grandes empresarios”.
Los hombres. Las décadas que lleva el desmonte en la zona coinciden con los años de trabajo fino que los punteros políticos locales tejen entre las comunidades y los cacicazgos. Que sean mujeres wichís y guaraníes las que viajaron hasta Buenos Aires para ser escuchadas por la Corte Suprema de Justicia y porque dios atiende en esta ciudad autónoma, revela el papel poco menos que incierto que juegan sus compañeros en defensa de las comunidades. “Vemos de qué manera los punteros corrompen a algunos dirigentes indígenas, los someten al vicio para que no tengan sus capacidades y entonces esos dirigentes privilegian otras cosas”, explica Julia en una ronda de mujerío delatora de los manejos políticos de legisladores, “que tienen de rehenes a los hombres de nuestras comunidades”. Si se les pregunta por los bolsones sociales, responden que son escasos. A los comentarios sobre comedores populares, contraponen que hay cientos de mujeres y niños desnutridos. Hay mucho hidrato de carbono, dicen, y escaso aporte de otros nutrientes. “Estamos peleando por crear comedores nutricionales junto con una distribución prolija de los subsidios”, pero manifiestan que el proceso de desgaste “no para. Los poderosos van a la parte más vulnerable de las comunidades, que son en este momento los hombres. Vivimos en una sociedad machista, y eso se adiestra y se contagia”. Octorina, sin embargo, cuenta que las cosas no siempre se proyectan según el cristal de Occidente, “con comportamientos que hacen de menos a la mujer. En nuestros pueblos no existe el machismo sino los roles. No hay tiempo para ser machista; cuando decidimos venir a la ciudad se lo comunicamos a nuestros maridos y les aclaramos que ya es hora de que se nos escuche”.
Los niños. De acuerdo con el último censo de 2004/05 en la región, las comunidades indígenas locales contabilizan unos 36.000 pobladores. Del total, niñas y niños están atrapados por la mala alimentación, por un emparche de plásticos –sobras de lo que se utiliza en las fincas y los invernaderos– al que algunos desvergonzados llaman con descaro viviendas precarias, por las enfermedades, la mala educación y la vida al borde de la Ruta 34, anegada cada año entre tanto barro que arrastra la lluvia desde los cerros. “Los más pequeños sufren discriminación porque a los adultos no nos convocan para elaborar programas de salud y educación pública”, señala Octorina. “Pero para lograr eso debemos practicar la autonomía, poder decir lo que sentimos y denunciar lo que sufrimos.”
Las mujeres. Ir al lugar justo, sin ayuda de organizaciones no gubernamentales ni punteros, fue la consigna inicial en los talleres de debate que agrupan a las mujeres de las comunidades wichís y guaraníes Honat Le’Les, Hotel Pelaj, Cherenta Re Reta, Cristo, San Juan, Santa Lucía y Misión Chaqueña. Se salió de los primeros encuentros rumiando la idea de “que nadie te diga lo que tenés que decir”. Este viaje coloreado en pancartas de rechazo al desmonte y convertido en un feliz embrollo de complicidades femeninas potenció las oportunidades buscadas. “Aquí somos libres, empezamos a valorizarnos”, insiste Julia. “Estamos contentas con el viaje por la posibilidad de convivir y hasta conocer los sentimientos íntimos como madres, hermanas y como mujeres.” Entonces las voces regalan historias “hechas de centurias de lucha, con la conciencia de que alguna vez participamos junto a Tupac Amaru. Si tenemos el ejemplo de tantas mujeres indígenas que han dado la cara por su pueblo, por qué nosotras no vamos a hacerlo”, se pregunta Octorina y empieza a hablar de una búsqueda del espacio propio, “porque nadie nos va a dar nada, y queremos ser protagonistas”. Repite a quien quiera oírla que ella y sus compañeras no equivocaron el camino y que los hombres no tienen por qué enojarse de los pasos dados, pero reconoce que “algunos dirigentes todavía no se enteraron. Decidimos trabajar así para evitar las malas interpretaciones”.
Las refugiadas. El petitorio que presentaron ante la Corte Suprema de Justicia días atrás se autodefinió como un grito de denuncia. Ante el incumplimiento de la prohibición de tala del monte nativo, la ausencia de una comisión de relevamiento territorial formada por delegados propios, la falta de programas sanitarios inclusivos “y para que en las escuelas a las que asisten nuestros hijos se integren contenidos propuestos por las comunidades indígenas”. En el documento también se exige que “finalice el cobro fraudulento de comisiones para el otorgamiento de becas, pensiones y subsidios a los integrantes de nuestras comunidades. Y que se facilite el otorgamiento de pensiones por discapacidad, ancianidad, amas de casa y madres de siete hijos”. Son, precisan, refugiadas de sus territorios ancestrales, porque a un mismo tiempo el despojo las llevó al hacinamiento de “tres o cuatro familias juntas viviendo en tierras insalubres. No hay respuestas, lo sabemos, pero no vamos a callarnos más si los políticos se siguen llenando la boca con la Ley Nacional de Pueblos Indígenas y los convenios internacionales y ninguno los hace cumplir”. En los últimos días hubo algunos intentos de erosionarles el espíritu. No hubo suerte. “Nos dijeron que cuantitativamente no significamos siquiera para ser un número más, pero sabemos que no es así”, rechaza Octorina. “Porque estamos juntas con las mujeres y los jóvenes. Y aunque nos ninguneen y nos ignoren, seguimos uniendo las manos.”
jueves, 13 de agosto de 2009
Reuniones... ¿Compromisos? Falta algo todavía...
Estuvieron reunida en el IANI, en la Defensoría del Pueblo de la Nación, y fueron escuchadas también pro al Comisión de población y Desarrollo de la cámara de Diputados de la Nación.
Han trabajado en informes para presentar por escrito lo que se habló en las reuniones y están a al espera de compromisos también formales de parte de los funcionarios.
Ha sido presentada también una carta de solicitud de audiencia en presidencia que no tuvo respuesta...
Esta es la situación al momento, y se espera también que para su regreso se pueda gestionar una amparo para no verse envueltas en alguna represalia por su accionar en Buenos Aires
Estaremos en contacto, contándoles como sigue la lucha aquí en Buenos Aires y que se va logrando para que todos como ciudadanos y hermanos fiscalicemos que se cumplan!
lunes, 10 de agosto de 2009
LA LUCHA CONTINUA...
aceptamos la propuesta de reuniòn con las autoridades competentes a cada uno de los 11 puntos que reclamamos que propusieron para este lunes 10 de Agosto a las 15hs en el INAI, San Martin 451
Presentaremos tambien este mismo lunes a las 8.30 hs, el petitorio y pedido de audiencia con la presidencia.
viernes, 7 de agosto de 2009
SE LEVANTA EL ACAMPE, NO LA PROTESTA
Mujeres Wichi fueron recibidas en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
(AW) Desde el miércoles 5 de agosto a la noche 20 Mujeres de la comunidad Honat Le'Les del Pueblo Wichi de Embarcación estaban pernoctando frente a la Casa de Salta para conseguir que sus reclamos sean atendidos y resueltos.
Buenos Aires, viernes 07 de Agosto (Agencia Walsh) El reclamo por el cese a la tala y el desmonte en sus tierras, y también por sus derechos a la salud, a vivienda digna y educación para sus hijos; se hizo escuchar luego de 2 noches de acampe en la casa de Salta en Buenos Aires, ubicada en Avenida Roque Sáenz Peña 933.
El recibimiento en el INAI permite terminar con el trato con la provincia, el cual no condujo a nada, y pasar a discutir con la Nación la solución de sus problemas.
El acampe se levanta, pero solo para realizar asambleas y proyectar las acciones a tomar.
Se juntan en el Centro Popular Todesca en Hernandarias y Pinzon, de La Boca; donde además se reciben toda clase de donaciones para las comunidades Wichi del norte argentino.
Por Agencia Rodolfo Walsh
Acampe en la vereda...
jueves, 6 de agosto de 2009
¡RIFAS SOLIDARIAS!
Las estamos acompañando con todo lo que podemos. Hemos recibido donaciones de alimentos, frazadas, ropa. El apoyo las hace más fuertes,
(*)Por eso se esta organizando la rifa de un cuadro, llamado: MUJER WICHI, donado por Patrice Blanco, miembro de la agrupación Gotas de luz Solidaria . Ella lo donó y al ganador de la rifa se le estará entregando el documento de la donación firmado por ella de puño y letra para que se pueda disponer del mismo libremente.
Esta rifa nos permitirá asegurarles la llegada a su hogar a nuestras hermanas.
El cuadro está expuesto en el Centro Norberto y Arrigó Todesca, Pinzón 1122 en La Boca, donde pueden comprar las rifas. Allí mismo se reciben todas las donaciones que se puedan de alimentos, leche, agua mineral, pañales tamaño mediano, tarjetas telefónicas, etc.
Gracias por ser parte de esta lucha que es por la naturaleza, ya que como dicen nuestras hermanas originarias nosotros somos naturaleza.
¡Comunidad Honat Le`Les levantando las armas de la conciencia!
Cualquier duda, consulta u ofrecimiento escribir: estaennosotros@hotmail.com
miércoles, 5 de agosto de 2009
COMUNICADO
Las 20 mujeres Wichi y Guaraníes que han llegado desde Embarcación, Salta
Nota La Nacion
Octorina Zamora (Kajianteya) alza la bandera en defensa de la comunidad wichi. Este mediodía, con voz tranquila, pausada, se convirtió en la guía de las 20 mujeres de su comunidad que llegaron desde el Departamento de San Martín, en Salta, hasta Buenos Aires para reclamar por derechos básicos: piden que no se desmonten las tierras que habitan desde siempre. Según el último censo, 37.000 personas integran la comunidad wichi en la Argentina.
Hablar con ellas es descubrir que también necesitan escuelas -el analfabetismo es muy fuerte en la comunidad y la mayoría de los escolarizados no completa sus estudios porque debe trabajar desde niños-, hospitales -cuentan que los enfermos graves mueren antes de que llegue una ambulancia del pueblo más cercano, viviendas dignas -advierten que viven en casas de plástico que se desalojan dos por tres según las necesidades empresariales. Y la lista de reclamos podría conformar un rosario, o una fila larga como la que ellas armaron frente a Tribunales donde esperan una audiencia para elevar sus reclamos históricos.
Los wichis (o wichís) son integrantes de una etnia indígena de Salta, Chaco y Formosa; los quechuas les dieron el nombre peyorativo de matacos, nombre con el que se los conoció hasta fines del siglo XX.
Entrevista de biodiversidad LA
Desde tierras asoladas por los desmontes, en el salteño departamento de San Martín, 20 mujeres de la comunidad wichí "Honat Le' Les" arribaron a la ciudad de Buenos Aires con el objetivo de traer los reclamos que ya realizaron en los municipios provinciales, sin más éxito que el de haber obtenido más represión, exclusión y discriminación.
No buscan la representación de organizaciones intermedias, sino ser ellas mismas con sus propias voces quienes expliquen lo que exigen y persiguen. En sus territorios, hoy no se cumple con la prohibición de tala del monte nativo ni se relevan los impactos que implica seguir con esa misma destrucción. La Agencia de Noticias Biodiversidadla dialogó con Octorina Zamora, vocera de las wichí, quien como las otras mujeres, llegó con el deseo de que sus descendientes no sufran la miseria ni hereden la misma invisibilidad que genera el despojo que padecen. Las wichí dejaron atrás la complicidad del silencio, se armaron de conciencia, levantaron sus voces y hoy están aquí.
-¿Podrías contarnos cómo es el lugar donde viven las comunidades wichí?
-Nosotros somos de un pueblo que se llama Embarcación, que queda 75 km al sur de la ciudad de Tartagal. Nosotras, las mujeres indígenas, hemos decidido venir a Capital Federal a hacer escuchar nuestra voz en contra de los desmontes, porque en los montes que se están depredando, que se están asesinando, está nuestra sobrevivencia y supervivencia. Entonces, no podemos permitir que vengan los empresarios a poner en riesgo nuestra vida. Estamos al borde de sufrir un alud si se sigue con los desmontes y la tala indiscriminada que están haciendo en la única selva de yungas que hay en el municipio, y el único pulmón ecológico, ya que nosotros estamos rodeados de los desmontes anteriores. Somos alrededor de 7 comunidades que hemos venido, autoridades de las comunidades wichí y guaraní. Representamos alrededor de 2.000 personas que estamos en peligro.
-¿Cómo es la posesión actual de la tierra?
-Somos víctimas del desalojo y despojo total de nuestros territorios, ya que nuestros derechos no han sido respetados desde hace muchos años. Eso fue avanzando, avanzando, y quedamos acorralados en terrenos de 10 x 20 con nuestras familias. En esos terrenos viven 2, 3 y hasta 4 familias. Estamos reclamando un territorio adicional porque estamos hacinados y no podemos desarrollarnos. No es por una cuestión de que queramos vivir ahí, sino que somos víctimas del despojo, de años. Nos han acorralado. Con la excusa del desarrollo y el avance de las ciudades quedamos insertos ahí. También nuestro reclamo aquí es que el Estado haga una reparación y nos adjudique un territorio adicional. Ese territorio, si se sigue desmontando, nos deja en peligro de vida, sin siquiera tener un territorio para nuestro desarrollo.
-¿Cuáles son las actividades que estarán realizando en Buenos Aires?, ¿cuentan con algún tipo de apoyo de otras organizaciones?
-Nos estamos movilizando con el apoyo de gente solidaria. Hemos preferido no recurrir a las ONGs tradicionales, que siempre están a la par del indio. Hace años seguimos en esa misma estructura de tenerlas como voceras y no hay un avance dentro de las negociaciones de estas ONGs. Hemos preferido representarnos nosotras mismas. Por eso estamos acá. El apoyo que tenemos es de gente solidaria, de amigos, estamos en Buenos Aires gracias a la ayuda de ellos. Nos vamos a hacer presentes en la Corte de Justicia, porque el gobierno de Salta estaría presentando el estudio de impacto ambiental que le pedí a la corte por el tema de la prohibición del desmonte y la tala indiscriminada. Nosotros no estamos de acuerdo, porque fuimos dejadas de lado, la gente de Embarcación, en esas audiencias públicas que estuvo haciendo la Dirección de Medio Ambiente.
-¿Por qué son mujeres únicamente las que se movilizaron hasta aquí?
-Nos movilizamos las mujeres, porque nosotras consideramos que siempre estamos invisibilizadas por el Estado. Siempre se ha considerado la voz del hombre y estamos viendo que esa voz tampoco es escuchada, o bien, cuando se la escucha, los corrompen, los compran. Muchos de nuestros hombres son más flexibles a esa corrupción que necesitan los políticos para usarlos como instrumento de opresión a ellos, a los mismos hombres. Como mujeres indígenas estamos cansadas de que los hombres no den respuesta a las comunidades, en el caso de la zona de Embarcación. Por eso nosotras estamos acá, porque queremos ser vistas, queremos ser escuchadas. A nosotras nunca nos consultan nada desde los gobiernos. Si es el problema de salud, nos nos consultan; si es el problema de educación, no nos consultan; problema territorial, no nos consultan. El Estado se va aprovechando de la ingnoracia, de la necesidad de nuestra gente y no avanza para ningún lado, solamente para la destrucción de nuestro pueblo.
Sabemos que este modelo sojero que hay en nuestro país es a costa de nuestras vidas, a costa de la usurpación, del despojo. Esto es una cosa seria, y como madres, como mujeres, sabemos lo que es cuando los hijos tienen hambre, cuando perdemos la vida, cuando pierden la vida nuestros hijos por no tener qué darles de comer, que no tengamos la respuesta del Estado por la falta de cumplimiento de las leyes. En las leyes dice claramente el tema de educación, el tema de salud, el tema territorial, y no se ha cumplido.
-¿Hay mujeres jóvenes entre ustedes, participando de esta lucha?
-Así es. Por ejemplo, hay una hermana indígena que terminó de hacer un curso de enfermería y no consigue trabajo. Pedimos la incorporación de los jóvenes profesionales de las comunidades para que trabajen. Es una vergüenza que en el INAI, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, no haya hermanos o hermanas indígenas trabajando en las oficinas, y es un instituto de asuntos indígenas. Tenemos mano de obra como para ofrecer al Estado para que pueda trabajar para nosotros también.
-Además de los desmontes, están denunciando la situación sanitaria que viven, ¿de qué se trata?
-Es una vergüenza que haya niños desnutridos o en situación de desnutrición cuando hablamos de un país que practica la justicia social. La otra vez hicimos una denuncia, hemos mandado fotos de los chicos desnutridos a Presidencia de la Nación y la respuesta fue enviar lavarropas, bicicletas, camas, colchones, pero no se soluciona en sí el tema de la alimentación. Nosotros hemos pedido comedores nutricionales para las comunidades indígenas, para tratar de paliar la situación de necesidad, de alimentación de nuestros niños. El tema de las enfermedades que acarrean los desmontes, nosotros no estamos preparados para paliar esa situación. El tema de la leishmaniasis, que es algo muy fuerte, delicado y peligroso. Nadie viene aquí a instruirnos, nadie viene a capacitarnos, y sabemos que para hacer los programas y los proyectos de salud no hay ningún indígena. Necesitamos tener participación en la elaboración de los programas y proyectos de salud y educación, y entonces creo que de esta manera sí se va a avanzar.
-Sancionada la Ley de Bosques, había una instancia de ordenamiento territorial que debía producirse a nivel provincial, ¿han cesado los desmontes?
-No, no ha sido respetado, y culpabilizamos a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia por hacer la vista para otro lado y permitir que, en medio de esa prohibición de la Corte Suprema de Justicia, del fallo donde se prohíben los desmontes y la tala de madera, todavía se siguen haciendo. No se ha respetado. Hicimos la denuncia al juez federal de Orán, pero hasta el día de la fecha no hemos tenido respuesta. Sin embargo, los madereros ya no pasan, por ejemplo, por la ruta 34, sino que hicieron una picada adentro del monte y pasan la madera a través del río Bermejo y la reciben directamente en Orán. ¿Cómo puede ser que no se respete un fallo de la Corte, que se vaya al juzgado a poner una denuncia al juez federal porque se está poniendo en peligro de muerte a más de 3.000 personas y no se haga nada? La justicia también está a favor de los asesinos de nuestros montes.
-¿Hay algo que te gustaría agregar?
-Nosotras, las mujeres indígenas, pedimos la solidaridad del pueblo argentino, que nos acompañe, que pueda fortalecer esta lucha. Venimos como en un pedido de auxilio, porque es terrible, terrible, la situación en la que nos están poniendo estos empresarios. Que siembren lo que quieran, pero que se delimite el territorio indígena. Estamos sufriendo en este momento lo que toda la vida hemos sufrido: el despojo. Si bien antes nos combatían con el Winchester, el Remington, el Mauser, ahora es con este modelo de sojización que hay en el norte. Es difícil, capaz que nuestras fuerzas no lleguen, pero sí, tenemos la voluntad de denunciar, de hacer. Por favor, que alguna autoridad nos considere humanos y haga respetar nuestros derechos. Nosotras estamos para venir a decir esto, entonces pedimos la solidaridad del pueblo argentino en estos 199 años de república, donde todavía sigue la persecución hacia nuestros pueblos.
LLegada a Buenos Aires
Las mujeres wichi se concentran frente a la Corte Suprema(AW) LAs 20 mujeres de la comunidad wichi del departamento San Martín de la provincia de Salta, llegadas a Buenos Aires el pasado viernes, realizarán mañana lunes 3 de agosto a las 10.00 una concentración frente a la Corte Suprema de la Nación. Ese día el máximo organo de justicia tratara el tema de los desmontes. Las mujeres estarán haciendo oir su voz sobre este tema HAY QUE PARAR DE UNA VEZ POR TODAS LOS DESMONTES QUE DESTRUYEN EL HABITAT !!!! La cit es en la Plaza Lavalle (Libertad entre Lavalle y Tucuman).
Publicamos a continación el comunicado de las compañeras donde explican los motivos de su viaje.20 MUJERES WICHIS de SALTA MARCHAN en BUENOS AIRES
Hemos tomado la decisión de viajar a Buenos Aires, 20 mujeres, que venimos haciendo reclamos en la provincia de Salta y en nuestros municipios sin tener soluciones como respuestas, sino sólo más represión, exclusión y discriminación.
Nuestro viaje tiene como objetivo llevar NOSOTRAS SIN INTERMEDIARIOS los reclamos a los lugares donde se toman las decisiones sobre nuestras vidas, por eso Buenos Aires.
Porque el gobierno y los organismos que definen la política para nosotras como integrantes de los pueblos indígenas, no nos consideran protagonistas en nuestra lucha. No queremos que nos representen las organizaciones intermedias, llámense ONG´s u otras como las únicas voces.
Queremos gritar -desde allí- claramente nuestros reclamos POR NUESTRAS TIERRAS Y TERRITORIOS QUE ESTÁN SIENDO DEVASTADOS POR LOS DESMONTES
PORQUE NO SE CUMPLE CON LA PROHIBICIÓN DE TALA DEL MONTE NATIVO, EL PEDIDO DE LA CORTE SUPREMA DE HACER EL RELEVAMIENTO DEL IMPACTO AMBIENTAL Y SOCIAL QUE IMPLICA SEGUIR DESTRUYÉNDOLO TODO.
Necesitamos el apoyo de los hermanos comprometidos con las causas populares, nuestra lucha.
Nosotros desde la comunidad, Wichí HONAT LE'LES (hijos de la tierra), no estamos solas. Aunque nos dicen que cuantitativamente no significamos ni siquiera para ser un número más, sabemos que no es así. Porque estamos juntas con las mujeres y los jóvenes. Aunque nos ningunean y nos ignoran seguimos uniendo nuestras manos. Porque nuestro objetivo es el de todas y todos por acá. Es un problema muy serio y necesitamos solución y no promesas. Estamos en una situación de miserabilidad, que no nos propusimos, sino que es consecuencia de toda la deshumanización con que se manejan las personas del otro lado. Los que contando con dinero y poder nos avasallaron y nos enfrentaron con otros hermanos pobres para que nos invadieran y nos despojaron también de nuestro territorio. Claro que eso pasó hace tiempo.
Nos preguntamos qué pasa hoy que hablan de la existencia y reconocimiento del derecho de nuestros pueblos, de la necesidad de reparación. Qué pasa con nuestros dirigentes que acompañan a los punteros, que ni siquiera mencionan nuestra historia, nuestros derechos y por lo tanto no los exigen, ni luchan para que los cumplan. Por qué de este modo permiten que nuestros hijos, nuestros descendientes sufren la misma invisibilidad, miseria, despojo, falta de oportunidades que hace años. Sabemos que será peor a cada paso si continuamos callando, y apoyando así a gobiernos que defienden los intereses de las grandes corporaciones, de sus propios bolsillos y los de aquellos que nos dominan.
Es muy triste y doloroso saber que desde este silencio nos convertimos en víctimas, pero también en cómplices.
POR ESTO ES QUE NOSOTRAS, LAS MUJERES DE LAS DIFERENTES COMUNIDADES DEL DEPARTAMENTO DE SAN MARTÍN, HEMOS DECIDIDO LEVANTAR LAS ARMAS DE LA CONCIENCIA.
Por eso vamos a marchar hacia donde dicen que atiende la gente que está y tiene el poder de revertir esta situación de olvido.
A un año del bicentenario, esta es nuestra realidad, la miseria, el hambre, la desnutrición, el olvido, el analfabetismo, el deterioro de la salud, el despojo.
En estos 200 años, nos preguntamos, de qué tenemos que vanagloriarnos, de qué independencia podemos hablar o gozar.
Por esto tomamos esta decisión de ir hasta alí, y pedir, exigir, mostrar, luchar.
No podemos callar más, necesitamos que se ejecuten las leyes, que se nos entreguen territorios adicionales, para nuestro desarrollo, que se nos consulte sobre lo que queremos y necesitamos para el bien de nuestro pueblo.
KAJIANTEYA OCTORINA ZAMORA, Niyat de la comunidad Wichí HONAT LE'LES (hijos de la tierra)
RECLAMOS DE LAS MUJERES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DEL DEPARTAMENTO DE SAN MARTÍN, SALTA. JUNIO DE 2009.
· POR NUESTRAS TIERRAS Y TERRITORIOS QUE ESTÁN SIENDO DEVASTADOS POR LOS DESMONTES.
· QUE SE RESPETE Y ARTICULE EL EFECTIVO ACCESO A LA TIERRA Y TERRITORIO , CON EL NECESARIO TERRITORIO ADICIONAL PARA TODAS LOS PUEBLOS ORIGINARIOS QUE CONTINUAMOS SIENDO DESPOJADOS.
· POR EL ACCESO A VIVIENDAS DIGNAS, APOYO PARA EL ACCESO LA FINANCIACIÓN DE PROYECTOS QUE INCLUYAN MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN -SIN TANTOS TRÁMITES Y CON CAPACITACION- CADA VEZ MÁS FAMILIAS VIVIMOS EN CASAS DE PLÁSTICO.
· POR LA CREACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DE PROGRAMAS DE SALUD ACORDE CON LA POBLACION INDÍGENA DONDE ACCEDAMOS ACTIVAMENTE EN SU CREACIÓN E IMPLEMENTACIÓN.
· POR MAYOR POSIBILIDAD EN LA PARTICIPACIÓN EN LOS PLANES DE ESTUDIO CON CONTENIDOS QUE REFIEREN A NUESTROS PUEBLOS ORIGINARIOS.
· POR EL CAMBIO EN LA IMPLEMENTACIÓN DE LAS BECAS DE ESTUDIO, QUE SEAN MANEJADAS POR GENTE RESPONSABLE Y NO POR PUNTEROS POLÍTICOS SEA DEL GOBIERNO O DE LOS ORGANISMOS COMO INAI O LOS PROVINCIALES.
· QUE SE ABRA EL ACCESO A LOS FORMULARIOS PARA LAS PENSONES POR DISCAPACIDAD, ANSIANIDAD, AMAS DE CASA, MADRES DE 7 HIJOS.
· ACCESO A LA COMIDA DE MANERA AMPLIA, HASTA QUE SE DIGNEN A DARNOS FUENTES DE TRABAJO Y SE PONGA EN MARCHA LOS PROYECTOS
Las mujeres se alojarán en el Centro Popular de la Boca "N y A Todesca"
Pinzón y Hernadarias durante los quince dias de su permanencia en Bs As a partir de este 31 de julio.
Los compañeros que estén interesados en participar de algún modo en estas actividades pueden contactarnos para incorporarse y participar de ellas. Se necesitan donaciones de comida o dinero para su sustento.
Nuestra intención es acompañarlas en todo lo posible en esta iniciativa que han tenido de venir a Bs As para ser escuchadas